lunes, 15 de junio de 2009

No hay maldición sin una causa


Proverbios 26:2 "Así la maldición nunca vendrá sin causa"

Vemos que las maldiciones son una de las maneras en que Dios trae juicio sobre los rebeldes y malos.
La causa básica de tales maldiciones son la falta de escuchar la voz de Dios y hacer caso. Hay una palabra sencilla que lo describe, es: desobediencia.
La desobediencia puede tomar muchas formas. Entonces, es natural hacerse la pregunta: ¿Cuáles son algunas de las formas de desobediencia que especialmente provocan la maldición de Dios?
La Biblia no deja duda acerca de la respuesta. La forma de desobediencia que más provoca la maldición es el quebrantar los primeros dos, de los Diez mandamientos, que se encuentran en Exodo 20:3'-5: "No tendrás dioses ajenos delante de mi. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo ni abajo en la tierra, no las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecer."
¿Cuáles son los dos pecados específicos aquí? El primero, es reconocer cualquier dios antes o fuera del Señor. No es suficiente reconocer que el Señor es el primero o mayor de todos los dioses. Debemos reconocer que El es el único Dios verdadero. No hay otro fuera de El. En Isaías 45:21 el Señor declara que gran énfasis:

"No hay más Dios que yo;
Dios justo y Salvador
ningún otro fuera de mi."

El segundo pecado descrito en el próximo mandamiento, es: el hacer cualquier representación artificial de Dios y ofrecer adoración a él. En Romanos 1:20, 23, Pablo analiza lo que significa quebrantar estos dos mandamientos.

"Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios Incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves de cuadrúpedos y de reptiles." v. 25 dice: "ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos."

Nuestra mente es lenta para comprender el terrible mal que ocasiona el adorar ídolos. El Dios verdadero, que, primero se reveló en la creación y después plenamente en las Escrituras, es: Santo, Temible Glorioso, Omnipotente.

El representarle en la semejanza de cualquier ser creado- ser humano o animal- es ofrecerle un insulto deliberado. Es una provocación calculada a su ira.

Déjeme ilustrar esto con un ejemplo patético. Supongo que alguien tomara una foto de un chupete y sobre la foto pusiera el nombre de Orlando Nutt luego, yo tomaría esto, como un insulto dirigido hacia mi. Cuanto mas terrible es el insulto dado a Dios por los que den su nombre a cualquiera de los seres creados, sea lo más noble o más bajo.

El juicio de Dios por quebrantar estos primeros dos mandamientos lleva la marca de una maldición continua de generación en generación.

Los pecados que traen esta maldición sobre las generaciones no son solamente las formas más evidentes de idolatría. Todas ellas incluyen; un segundo y más amplio, rango de prácticas que abiertamente no parecen: idolatría o religión. Son llamados: "oculto" (derivado de una palabra Latina que significa "escondido" o "encubierto"). Estas prácticas ocultas, siempre han tenido una poderosa fascinación para el hombre caído, y especialmente, en la presente generación.

Dos de los deseos más fuertes de la naturaleza humana, son: el deseo de tener conocimiento y el deseo de poseer poder.

Hasta cierto punto, el hombre puede satisfacer estos deseos de fuentes naturales y por medios naturales. Si él no está plenamente satisfecho con lo que obtienen de esta manera, él buscará las fuentes sobrenaturales. Es en este punto, en que el hombre puede ser fácilmente atrapado por lo oculto.

La razón de todo esto, es que hay solo dos fuentes disponibles de conocimiento sobrenatural y de poder en el universo: Dios y Satanás. Toda forma de conocimiento sobrenatural o poder que no procede de Dios, entonces, viene de Satanás, y es ilegítimo.

Siendo que el Reino de Dios es el Reino de la Luz, sus siervos saben a quien sirven y qué están haciendo. Al otro lado, siendo que el reino de Satanás, es el reino de oscuridad. La mayoría de su reino, no conocen la identidad verdadera a quien están sirviendo, tampoco la naturaleza de lo que están haciendo.

Es éste deseo por el conocimiento ilegítimo, que empujó al primer hombre a desobedecer en el Huerto del Edén. Dios puso un límite invisible entre él y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Cuando el hombre cruzó este límite, él se encontró en el territorio de Satanás y llegó a ser cautivo de Satanás.

Desde entonces, este insaciable deseo por el conocimiento ilegítimo, ha atraído a los hombres hacia un área donde Satanás puede tomarles a su gusto como cautivos.

Los que infringen en esta área están buscando de Satanás el conocimiento sobrenatural que Dios no permite que los hombres busquen de nadie, sino de El. Al hacerlo, de hecho están reconociendo a Satanás como dios, junto con el único Dios verdadero; y, están quebrantando el primero de los Diez mandamientos.

De esa manera, ellos están exponiéndose a la maldición que Dios ha pronunciado sobre todos que infringen este mandamiento - una maldición que se extiende hasta la cuarta generación.--

Esta conclusión es tan importante que debe ser reenfatizada: Todo aquel que se involucre en lo oculto, está exponiéndose a la maldición pronunciada sobre los que infringen el primer mandamiento.

En varios pasajes, la Biblia describe el acto de volver a dioses falsos como adulterio espiritual, y lo condena como si fuera un pecado mayor que el adulterio físico.

La hechicería o brujería es la rama de poder de lo oculto. Sus raíces son expuestas por una breve declaración en 1 Samuel 15:23: "Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación."

La hechicería es una expresión de la rebelión del hombre contra Dios. Es un intento del hombre de ganar sus propios fines sin sujetarse a la Ley de Dios. Su fuerza pujante es el deseo de controlar a la gente y las circunstancias.

Para llegar a este fin, puede usar presiones: Psicológicas o síquicas o una combinación de ambas. Hay tres palabras claves que descubre las actividades de hechicería: Manipular, intimidar (miedo), dominar. Dominar! es su propósito principal.

Las otras dos formas de lo oculto - adivinación y curanderismo- son motivadas por el mismo deseo básico: controlar a la gente y sus circunstancias.

Adivinación, espiritismo y ocultismo, son ramas de conocimiento de lo oculto. Ofrecen muchas y diferentes formas de conocimiento que no pueden obtenerse por medios naturales. Su forma más común, es: la adivinación, que incluye todas las formas falsas de revelación religiosa que reclama una fuente sobrenatural.

Curanderismo, encantamiento y magia blanca operan por medio de objetos materiales o por otras maneras de impactar los sentidos físicos, tales como: drogas o música.

2 Timoteo 3:13 dice que en los postreros días los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor engañando y siendo engañados.

La palabra para engañador, es la palabra: "encantador". Los siguiente es una breve lista de varias categorías de las herramientas usadas por los curanderos y encantadores:

Cualquier objeto asociado con adoración idolátrica sea pagano o profesando ser Cristiano

Cualquier objeto que representa cualquier tipo de religión falsa, secta o práctica satánica.

Cualquier objeto que ha tenido poderes sobrenaturales invocando por algún practicante. (sacerdote, curandero, etc.) Aun cuando éste poder este dirigido hacia el bien, como la sanidad; su fuente le hace una maldición.

Cualquier objeto que es expresión de superstición como: herradura, moneda de suerte, figuras de santos, etc. Los siguientes son algunas formas comunes de lo oculto, en nuestra cultura contemporánea.

  1. La Rama de poder de lo oculto Acupresión, acupuntura, proyección astral, hipnosis, levitación, artes marciales (los que invocan el poder espiritual sobrenatural), control de la mente, hechicería, satanismo, maldiciones, Pachamama, etc.
  2. La Rama de conocimiento de lo oculto. Astrología, horóscopos, médiums, numerología, agorería, lectura de las hojas de coca, ller la palma, libros que enseña las prácticas de lo oculto, religiones falsas o sectas que reclaman revelación sobrenatural pero que contradice a la Biblia. (Testigos de Jehová, Mormones, Nueva Era, Rosacruz, Gnosticismo, Catolicismo, Bahaismo.)
  3. La Rama de lo oculto que opera por medio de objetos físicos. Amuletos, ankhs (una cruz con un anillo en la parte de arriba), drogas alucinógenas, música rock, símbolos de suerte, herraduras del zodiaco, imágenes de santos, vírgenes, piedras santas, artefactos de hechicerías, cuadros con demonios, pentagramas, ch'alla, todos santos, etc.
Lo que piensa Dios de los involucrados en las prácticas mencionadas arriba, está claramente referido en Deuteronomio 18;10-13: '"No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, no quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas."

Fíjense que los que practican estas cosas están clasificados en la misma categoría que lo que sacrifican sus hijos en fuego a dioses paganos. Bajo la ley de Moisés, el castigo para tales prácticas era la muerte.

Es importante reconocer que libros pueden ser canales del poder oculto. Cuando los cristianos en Efeso fueron confrontados por el ministerio de Pablo, de la realidad del poder de Satanás su reacción fue dramática: (Hechos 19;19)

"Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo, muchos de los que habían practicado la magia trajeron sus libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata." (En el dinero de hoy, sería como 200.000.- dólares americanos.)

La única manera apropiada para tratar con tales materiales ocultos, es destruirlo completamente -por fuego o cualquier medio apropiado- aunque el valor de la materia destruida sea muy grande. No cometa el error de enterrarlo en su propiedad, pues la maldición va a quedar allí.

Quizás hay padres que con profundo dolor se dan cuenta de sus transgresiones en lo oculto y de las maldiciones traídas sobre sus hijos causándoles a que sean cautivos de Satanás. Para lo padres que se arrepienten y buscan a Dios con todo corazón, El ha dado una promesa especial en Isaías 49:24-25.

¿Será quitado el botín al valiente? Será rescatado el cautivo de un tirano? Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos
Estudios recopilados por el ministerio En la Brecha.
Sitio Web:www.EnLaBrecha.com


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