¿ Por qué necesitas vestirte con la Armadura de Dios ?
EFESIOS 6 : 10 - 13
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".
Introducción
La razón por la cual fracasamos o las cosas no nos salen bien, es como consecuencia de cómo nos vestimos. Cuando no nos pagan, cuando no nos dejan hacer lo que queremos, cuando le esta sucediendo algo a un familiar, cuando las cosas no van bien, nuestra lucha no es contra sangre, ni carne, en otras palabras, el problema no es el jefe que me paga, aquella persona que me maltrata, sino los principados, potestades, gobernadores de las tinieblas y las huestes celestiales. Es allí donde tenemos que batallar.La armadura de Dios es esa ropa que me voy a poner que me va a mantener firme y en victoria en las batallas diarias de la vida.
PROVERBIOS 20:18 dice: “Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia”. En otras palabras, si vamos a ganar, necesitamos prepararnos para ganar y vestirnos apropiadamente para la batalla.
Quiero que consideres que estas ropas espirituales no tienen precio. No se puede pagar nada por ellas, sencillamente no se pueden comprar con dinero.
También es importante que sepas que estas ropas no se ponen de afuera para adentro, sino de adentro para afuera. No es algo externo, sino algo interno, que sucediendo en nuestros corazones, se manifestará en nuestro día a día. En otras palabras, vamos a dedicarnos un tiempo para fortalecernos en el Señor y en el poder de Su fuerza.
Fortaleciéndonos en el Señor
De lo primero que tenemos que darnos cuenta, es que la vida, no es un juego, es una guerra. Esa es la razón por la cual muchas personas caen en depresión, caen en derrota, caen en desanimo, porque vivieron, sin darse cuenta que la vida es una batalla.
Esta mañana mientras regresaba de la escuela de adolescentes, a casa, iba reprendiendo al diablo de nuestras tierras y de las familias, y sin darme cuenta un vehículo se paro en seco delante mío en medio de una carretera de doble sentido. Dios me ayudó a esquivar los autos que venían en dirección contraria. Esta guerra es más real de lo que parece.
Dios nos ha llamado a fortalecernos en el Señor, en otras palabras a ser fuertes. Ser fuertes en el servido, ser fuertes en la familia, ser fuertes en el sufrimiento, ser fuertes cuando las cosas no salen como queremos, pero ser fuertes en el Señor. Vamos a tener que luchar, sacar la espada de Espíritu, presionar, abrir paso, pero lo vamos a hacer y por esto tenemos que estar fuertes.
Pablo sabía esto y por esto escribe a los Efesios para asegurarse que se mantendrán fuertes.
Hemos sido llamados a ganar, hemos nacido para vencer.
Es importante saber que nuestras fuerzas no están en tiempo de recreo, ni en formulas, ni en el dinero, ni en las relaciones, están solo en el Señor. Una y otra vez, cuando más cansado y débil me he encontrado, después de haber estado con el Señor, me he sentido fortalecido.
Tiempos de oración, te fortalecen.
Tiempos de adoración te fortalecen.
Tiempos de alabanza te fortalecen.
Tiempos de Palabra, te fortalecen.
Tiempos de Gozo, me fortalecen.
El poder de Su fuerza
Uno de los problemas que tenemos es que para hacer cosas, conquistar y alcanzar nuestros sueños, utilizamos generalmente lo que somos, lo que tenemos y lo que sabemos. Por ejemplo: cuando necesitamos un préstamo bancario, nos ponemos la mejor ropa, nos lavamos, llevamos la mejor sonrisa y nos preparamos el mejor discurso para convencer al gerente del banco que nos merecemos ese dinero para cumplir alguno de nuestros sueños. Te equivocaste, yo no hago las cosas con mi mejor sonrisa, no con mis habilidades, sino con el poder de Su fuerza. En otras palabras, mi medida de fuerza o capacidad, no se mide por lo que tengo, soy o sé, sino, que mi poder se mide basado en el poder de la fuerza de mi Señor Jesús.
Todo lo que a mi me falta lo tiene El.
¿Por qué guerra?
Te has hecho alguna vez la pregunta de ¿Por qué la Biblia esta tan llena de guerras, armas y guerreros?
La Biblia enseña estrategias y que detrás de cada batalla esta la bendición de Dios.
La vida cristiana no es solo recibir a Cristo, tener comunión con Dios y ser llenos del Espíritu Santo. Tenemos enemigos que vencer y batallas que pelear. El pueblo de Israel con Josué, estaban en la tierra de la promesa, pero pasaron años peleando para vivir en la bendición de Dios. Israel sabia que el derecho que tenía era la tierra, pero tenían que poseerla, lo mismo es para nosotros. Dios nos ha llenado de bendiciones y muchos se creen que la bendición, viene por que alguien ore por ti y si algunas bendiciones vienen de esa manera, pero hay muchas que tenemos por las que tenemos que luchar y no sucede en el mundo natural, sino en el espiritual. Los negocios, bendiciones y victorias, suceden en el mundo espiritual, pero necesitamos estar fuertes y apoyados en la fuerza del poder de Cristo.
En Deuteronomio 32:8, dice que desde el principio Dios separó las tierras que le corresponden a su pueblo y lo mismo ha hecho con nosotros, tenemos una gran pelea por delante.
El enemigo esta convencido de que no lo conseguiremos, tenemos que demostrarle que Dios nos lo ha dado ya.
El enemigo peleará por mantener nuestra familia en la perdición, por mantener nuestras vidas en constante derrota, por mantener nuestros sueños congelados y que nuestras bendiciones sean meras ilusiones y contra esto debemos pelear.
En las próximas lecciones vamos a entender contra quien luchamos y vamos a vestirnos de la Armadura de Dios, para ser en esta generación los que manejen y se apropien de la Victoria total en Cristo Jesús.
Vamos a orar por fuerzas y fortaleza los unos por los otros. Prepárate y ponte en acción, es un tiempo de bendición. No vamos a dejar que el enemigo se quede con lo que es nuestro.
El Rey no se salva por la multitud del ejercito,
Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Vano para salvarse es el caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.
Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.
SALMO 33:16-22
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------Principados, Potestades, Huestes Celestiales
EFESIOS 6 : 10 - 13
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".
Introducción
La guerra espiritual es la continua batalla entre los ejércitos y las fuerzas del diablo. El Ejército de Dios está formado por Sus ángeles. Son espíritus creados por Dios para que le sirvan, estando sujetos a éste voluntariamente. Como espíritus creados, tienen dos características:
Son eternos y, Tienen libre albedrío (determinación).
Por esta razón Lucifer, (Lucero o Luzbel) un ángel prominente de Dios, descrito por Ezequiel como un Querubín (comparado con el Rey de Tiro), (28:12-19); y por Isaías dirigiéndose el rey de Babilonia, como Lucero de la mañana (14:12-19), dijo:
“Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al “Altísimo”
Se rebeló contra Dios, y fue echado del lugar de privilegio del que gozaba, junto con los ángeles que le siguieron. Así se convirtió en Satanás y Diablo, como “Príncipe de este siglo”
Y comenzó una guerra en el cielo: “Miguel (un arcángel de Dios) y sus ángeles pelearon con Satanás y sus ángeles, pero estos no prevalecieron, ni fue hallado nunca más el lugar de ellos en el cielo. Y fueron arrojados a la tierra el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo y sus ángeles junto con él”
Apocalípsis 12: 7-9
Comenzó su lucha “con sus sagaces armas espirituales”, engañando a Eva; quien a su vez hizo caer también a Adán.
Fue su triunfo sobre el hombre. Su primera batalla ganada, adueñándose del señorío d todo lo que Dios había entregado al primer Hombre.
¿Cuándo entró Satanás en el mundo creado?
La Biblia no es muy explícita en relación a su obra anterior a la rebelión, sin embargo estudiando Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-16 podremos aceptar algunos hechos supuestos en relación a este personaje.
Dice ISAÍAS 14:17,
“Los que te ven, te clavan la mirada y reflexionan en cuanto a tu destino: ¿Y éste es el que sacudía a la tierra y hacía temblar a los reinos, y el que dejaba el mundo hecho un desierto, el que arrasaba sus ciudades y nunca dejaba libres a los presos?
Es probable que entrara después de que Dios creara los cielos y la tierra (GÉNESIS 1:1); pero antes “de que la tierra estuviera desordenada y vacía y las tinieblas estuviesen sobre la faz del abismo” (GÉNESIS 1:2)
Con sus ángeles instaló su gobierno y organizó su ejército de la misma manera como él había conocido cuando estaba con Dios: Príncipes, Potestades, Gobernadores, Huestes. Y contra estos son lo que tenemos lucha. Son enemigos de Dios, pero no pueden luchar contra Él.
Esta lucha, aunque no sea visible, es real; sus estragos se producen en las almas de seres humanos dotados de libre albedrío. Si se tratara simplemente de una cuestión de poder, el Dios Todopoderoso podría dominar al príncipe de las tinieblas en un momento. Pero la lucha por las mentes y los cuerpos continúa debido a que el desequilibrio de la lucha depende de la voluntad humana.
El adversario, que odia todo lo que se parezca remotamente a la imagen de Dios, también aborrece al hombre e intenta controlarlo.
Echemos un vistazo a los detalles de esta lucha
En el versículo 12 de Efesios, nos dice que la lucha no es contra sangre y carne.
Una de las más grandes demandas de la Iglesia es saber distinguir entre la lucha espiritual, otras de tipo social, personal o político. De otra manera, creyentes individuales y grupos de creyentes son fácilmente arrastrados a entablar batalla contra adversarios humanos, en lugar de luchar por medio de la oración contra las invisibles maniobras del infierno que esta detrás de la escena.
Sobre las bases de este pasaje se anuncia la responsabilidad asignada a la Iglesia de participar en la batalla de la oración, con el propósito de que el mal sea obligado a retroceder de esa forma, imponiendo la voluntad de Dios.
Conociendo al enemigo
Una de las principales informaciones a tener en cuenta cuando un ejercito entra en guerra es “LA SITUACIÓN”
La situación incluye una serie de datos que son indispensables para preparar el Plan de Acción.
Uno de estos datos son: EL ENEMIGO.
¿Quién es, o quienes son? ¿Cuántos son? ¿Cómo están armados o que poder tienen? ¿Cómo están preparados?
Son Ángeles caídos.
Dice que son Principado, Potestades, Gobernadores de las tinieblas de este siglo, Huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Evidentemente Satanás, debió tener presente de que manera estaba organizado el ejercito espiritual de Dios, del que formaba parte. Y lo imitó.
Por eso trataremos de ir descubriendo, contra quienes debemos luchar, no solo para defendernos, sino también para atacarles, hacerlos retroceder, perseguir hasta que dejen libres las posesiones robadas.
Por que con el poder que Dios nos ha dado, tenemos asegurada la victoria, ya que “ni la puerta del Hades prevalecerá contra la Iglesia”
Debemos mantenernos firmes, puesto que la victoria ha sido lograda por Jesucristo en la cruz
Principados
Es un territorio. No se refiere a persona o se espiritual, sino al territorio que está bajo su responsabilidad.
Son poderes espirituales del mundo invisible (sean buenos o malos)
Los malos luchan contra la posición celestial de los santos. En Daniel 10:13, vemos unos de los ejemplos más claros del Antiguo Testamento. Ejércitos de demonios se oponen a los propósitos de Dios. Las luchas terrenales a veces reflejan las que tienen lugar en los cielos. Ajustemos nuestras luchas espirituales HOY, a la situación ACTUAL en la que vivimos en todo el mundo.
El “príncipe de Persia” era la cabeza de las fuerzas espirituales que comandaban el principado de Persia, luchando especialmente contra el pueblo de Dios.
Algunos Ángeles tienen influencias sobre determinadas naciones. El gobernante de Persia, un ángel malvado cuya habitación estaba en los lugares celestiales (el dominio invisible), intentó retener a los cautivos israelitas para que no regresaran a su tierra natal. Esto nos revela el gran dominio que tales principados y potestades de las tinieblas pueden ejercer sobre las naciones. En este mismo capitulo encontramos otros “príncipes” angelicales que gobiernan naciones: uno bueno, Miguel, gobierna y guarda las actividades de Israel (versículo 13). “El príncipe malo de Grecia” (vs. 20), quien, tal y como fue profetizado, finalmente impuso su predominio sobre “el príncipe de Persia”
La guerra de Miguel en las regiones celestiales debía estar dirigida contra Persia y después contra Grecia. Cada una de estas naciones iba a tener poder sobre el pueblo de Dios. Persia y Grecia estuvieron representadas por “príncipes” demoníacos. Pero Dios es el Señor del pasado, del presente y del futuro, y todos los hechos están registrados en el “libro de la verdad".
Potestades y Gobernadores
Tenían dominio sobre una jurisdicción. Se refiere al grado o nivel angélico. Autoridad, derecho. Los diferentes grados de los Ángeles caídos del ejército de Satanás, no implican mayor autoridad ni dominios especiales sobre nosotros.
Por ello no debemos sentirnos amedrentados.
Huestes
Las huestes de Satanás se dedican a obstaculizar y obstruir la obra de Cristo y a poner fuera de combate a los soldados individualmente.
Cuanto más efectivo sea un creyente para el Señor, tanto más experimentará los salvajes ataques del enemigo.
El mandamiento a tener en cuenta, es que “seamos fortalecidos en el Señor, y en los ilimitados recursos de su fuerza”
El tiempo en que estamos viviendo
Esto también forma parte de la situación. Si nos ubicamos en el Antiguo Testamento, veremos que las guerras que enfrentaba el pueblo de Dios, eran con armas físicas y principalmente con la ayuda espiritual de él. La realidad de la lucha espiritual nos motiva a aprender cuando sabio es tener una preparación apropiada. Los pasajes de la escritura que estamos estudiando contienen la instrucción clásica y completa para prepararnos para una batalla espiritual, la lucha en las “regiones celestes”; en “el reino invisible de los conflictos espirituales” que siempre nos rodean.
Comprendemos, naturalmente, que lo decisivo en esta batalla espiritual no está bajo nuestro control, sino en el del Señor. Por medio del poder de la oración (Efesios 6:18), cuando estamos equipados con recursos espirituales (2 Corintios 10:3-5 Y Efesios 6:12-17), se nos da todo el armamento potencial necesario. También se nos da la garantía de la victoria final (Mateo 16:18), abalada por la resurrección de Cristo de entre los muertos (Apocalípsis 1:18)
¿Quieres ser un buen soldado de Jesucristo?
Anhela el fundamento cristiano que está basado en la revelación divina.
Para mantenernos firmes en la lucha a la que fuimos llamados. Es necesario una vida espiritual santa y auténtica.
ESTAD FIRMES
EFESIOS 6 : 10 - 13
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".
Introducción
Recordemos primero que en esta Carta, el Apóstol Pablo, no sólo nos está impartiendo una enseñanza, sino que nos da las bases para una vida cristiana práctica, en un mundo real y peligroso.
Y también nos dice cómo poseer la sabiduría y el poder necesarios para ello.
Los peligros no serán circunstancias casuales, sino poderes inteligentemente dirigidos para impedir que alcancemos la victoria.
Ya se habrán dado cuenta que esta forma de vida es diferente de la que “normalmente” llevábamos antes de conocer al Señor.
Pero, cuando llegó a los 18 años, de pronto se encontró con un compañero de la infancia que había escogido la carrera militar. Su aspecto, vistiendo el uniforme, le asombró.
Este encuentro le cambió el rumbo. Al oírle, se dio cuenta que era una forma de vida más atractiva, digna, y también una manera de independizarse de su familia.
La primera cosa que le sorprendió, fue su personalidad, su carácter, y seguridad. Recordó entonces que durante la Escuela Primaria era un niño tímido, y que le hacían bromas y burlas.
Este encuentro le hizo re-flexionar a mi amigo, y pensando en un supuesto cambio de vida, tuvo en cuenta algunas ventajas que observó en la carrera militar, pero hasta el momento no podía valorar el precio de lo que estaba decidido a llevar a cabo. No se trataba de un simple cambio de empleo. Ello implicaba un significativo cambio de forma de vida.
Pero un día, se decide a enviar la solicitud de ingreso; el Ejército lo llama atendiendo a su pedido. Se presenta, y luego de un previo examen es aceptado.
Allí comienza una serie de cambios de los que no tenía ni idea.
Le cambian su ropa por “el uniforme”; le cortan el pelo casi a ras; debe ajustarse a un menú de comidas; debe dormir en un enorme cuarto junto con unos 50 compañeros.
Lo despiertan al toque de trompeta. (Añoró de inmediato la forma en la que lo despertaba su madre: le acariciaba la cabeza y con dos golpecitos le decía dulcemente, ¡Vamos ya es hora!)
Comenzó el duro entrenamiento. Todo se hacía a la carrera. Más de una vez sintió un doloroso arrepentimiento por el paso dado. Y aunque físicamente notaba que iba progresando, los recuerdos de su vida anterior le estropeaban el sueño.
Lo único que lo mantenía firme eran dos cosas:
-Que no quería volver a su casa fracasado y avergonzado.
-Que seguía teniendo presente las ventajas que le habían hecho cambiar de rumbo. Se mantenía firme mirando lo que podía llegar a ser en el futuro.
Tiempo de preparación
Este joven se estaba preparando para combatir; luchar con un posible enemigo; exponiendo su vida y la de sus compañeros. Ese era el motivo del durísimo tratamiento en su preparación.
Grave error hubiera cometido el Ejército si al poco tiempo de recibir su “uniforme”, ya lo hubiera enviado a una guerra.
Por otra parte no podía salir del cuartel con uniforme, hasta que los superiores considerasen que su aspecto y comportamiento hubiese cambiado lo suficiente como para no verse en él a un “vulgar civil”, sino a un recio militar.
Cuando el propósito a conseguir es grande e importante, todo lo que conlleva la “preparación”, es también muy importante, porque de ello depende que tengamos éxito o no. Vida o muerte
Proceso de transformación
No podemos limitarnos al versículo que estamos estudiando (EFESIOS 6:13)
El Apóstol Pablo desde el principio del Capítulo 1, nos está impartiendo todo lo que necesita una persona que ha decidido cambiar de vida, enrolarse en el “Ejército de Dios”, adiestrarse y tomar Su armadura (las nuevas ropas, “el uniforme”)
Este proceso de conocimiento, preparación, vestidura (Armadura), lucha y victoria, la vivió en el mismo orden nuestro Señor.
A los 12 años, ya sabía para qué había venido a este mundo, enviado por el Padre. El propósito era muy importante.
Pero como hombre debía crecer en estatura y conocimiento.
Muchas veces me he preguntado ¿Por qué ese vacío de información de su vida de los doce, hasta los treinta años?
Creo que debía “prepararse”, y hacerlo bien para una tremenda lucha que iba a tener en el futuro próximo.
Y cuando ya estuvo listo, Dios el Padre lo cubre con el Poder del Espíritu Santo después de haber sido bautizado en aguas por Juan.
Se me ocurre que esto simboliza también esa Armadura, que le fue provista para entrar en batalla.
Y así fue, el diablo enterado de quien era porque posiblemente pudo conocer o ver que los cielos fueron abiertos, que el Espíritu Santo descendía sobre él y que una voz de los cielos, decía “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”,
descarga todo su potencial de armas engañosas contra Jesús.
Lo tienta varias veces, pero... Estaba preparado y utilizó la armadura que Dios le proveyó.
Continúa la lucha; el diablo ya no quería ni acercarse a él; pero lo hace a través de las circunstancias y de los hombres con quienes podía contar.
Estar firmes en el tiempo de la prueba
Continúa la lucha; el diablo ya no quería ni acercarse a él; pero lo hace a través de las circunstancias y de los hombres con quienes podía contar.
Recordemos cuando Pedro le pide que tenga compasión de si mismo y que no vuelva a Jerusalén porque allí le quitarán la vida. Jesús le responde:
¡Quítate delante de mí, Satanás”. (MATEO 16:21-23)
Y así, fiel al Padre y al propósito por el que vino a estar con nosotros, enfrenta al diablo y todos sus secuaces en una tremenda lucha, que le exige, mucho más que hasta ahora.
Y así lo vence, lo destrona y le quita todo lo que ha robado.
Esto es lo que tenemos que tener en cuenta en nuestra lucha diaria.
El Diablo y sus ángeles disponen de un tiempo para probar a los hombres.
Coincide con el tiempo de misericordia en el que por la Gracia podemos ser salvos al creer en Jesucristo. Es el que nos queda hasta que Su Iglesia sea arrebatada.
Por lo tanto, aunque el diablo está vencido y ya conocemos su final, la lucha continúa, Los hombres no quieren sacarse la venda de los ojos y conocer LA VERDAD. El diablo nada tiene en nosotros, a menos que le demos entrada y para entrar no necesita mucho, lo suficiente como para justificarse delante de Dios.
Me atrevo a pensar, que esa armadura, que es un poder sobrenatural no sólo para luchar sino también para vivir, Dios la provee cuando viene sobre nosotros el Espíritu Santo que Jesús prometió a sus discípulos, diciéndoles:
“Recibiréis poder, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…”
No fuimos nosotros, sino Él quien nos llamó.
Cambió nuestra naturaleza dándonos sabiduría para poder entender nuevas y diferentes enseñanzas.
Hasta podríamos decir revolucionarias, en el buen sentido. Contrarias a las que cono-
cíamos en el sistema del mundo en el que vivíamos.
Nos capacitó para tener contacto personal con la Máxima Autoridad y recibir sus personales instrucciones.
A partir del Capítulo 5 se nos determina en qué consisten los cambios que vamos a sufrir por causa de haber aceptado la “nueva vida cristiana”:
Lo que debemos hacer, y lo que ya no debemos practicar nunca más.
Creo que sería bueno que pudiéramos leer en este momento todo el capítulo 5 y el 6, hasta el versículo anterior al que estamos estudiando.
Cuando hablamos de enemigos espirituales, es posible que no tengamos presente, que ellos también se saben “enmascarar” o esconder bajo circunstancias o en otras personas.
El imperativo “Estar firmes” es considerado como la exhortación principal de este pasaje.
Lo que somos
Siempre precede
A lo que hacemos
Al llegar a ser
quienes Dios quiere que seamos
Seremos capaces de hacer
Lo que el quiere que hagamos
Dardos de Fuego
EFESIOS 6 : 16
"Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno"
Introducción
La palabra dardos, es “belos” en griego que quiere decir misil, dardo, jabalina o flecha.
En la antigüedad esta arma se utilizaba para dañar al contrincante, desorientarlo y quemar sus posesiones.
Cuando uno de estos dardos caía sobre un soldado, lo hería, y sobre todo sacaba a los soldados de la ruta de la batalla produciendo temor. Esto es lo que el diablo pretende, que por temor nos salgamos del propósito de Dios y de esa manera podamos ser dañados y nuestras posesiones puedan ser quemadas. Si el enemigo consigue sacarte del propósito, te tiene en el blanco y avanza sobre tu terreno, porque tu no estas en el, por temor.
Un amigo mío muy devoto estaba experimentando una terrible batalla contra pensamientos impuros. Él amaba al Señor de veras, y su deseo por sobre todas las cosas era andar en santidad y justicia. Esa clase de cristianos santos a menudo son importunados de esa manera.
Satanás no es tonto; él tiene sus "dardos de fuego" apuntados hacia aquéllos que representan una amenaza para su reino tenebroso.
Un día, mientras mi amigo estaba ayunando y orando acerca de su problema, el Señor le reveló lo que estaba ocurriendo. El diablo le estaba enviando pensamientos impuros y luego le acusaba de pensar tales pensamientos.
El diablo le disparaba un dardo de fuego (pensamiento impuro) hacia su mente, con la esperanza de que mi amigo lo recibiera y lo abanicara hasta que se convirtiera en una llamarada de pensamientos impuros. (Podemos hacer tal cosa por medio de alimentar la idea en nuestra imaginación: donde ponemos en acción nuestros pensamientos.)
Mi amigo rehusó hacerlo, pero Satanás volvía a disparar su próxima flecha o dardo de fuego, el de sentirse culpable, acusado y condenado. El dardo de fuego de condenación (el que le hace sentirse culpable y desanimado) no es tan fácil de apagar, pues creemos que lo merecemos.
El Señor le mostró a mi amigo que él no debería sentirse culpable por los dardos que el diablo le disparaba, sino que sería responsable de lo que hiciera con ellos. Lo que debía hacer era rechazar los malos pensamientos, no retenerlos ni alimentarlos, ni sentirse condenado por ellos. Cualquiera de estas direcciones que tomara debilitarían su vida espiritual y su tiempo.
Así que el campo de batalla es tu mente y los dardos son los pensamientos.
Vamos a conocer algunos tipos de dardos:
La Duda
La duda, es justo lo contrario de la fe. Sin fe no podemos agradar a Dios y cuando la duda entra en nuestras vidas, ya no estamos caminando en fe, en consecuencia ya no agradamos a Dios. Cuando viene la duda, el enemigo me saca del propósito. Siempre de lo que dudas, es aquello que Dios ha planeado hacer. El diablo envía la duda, porque ha oído que lo pediste a Dios y sabe que el que pide recibe y necesita hacer algo para que no lo logres.
No dudes de tu sanidad, ni de tu bendición, ni de tu llamado o sueño, Dios lo va a hacer.
El Temor
Otro de los dardos del enemigo es el temor. El temor es justo lo contrario a la confianza en Dios. Cuando el diablo nos plantea un pensamiento como ¡No podré!, ¡No tengo fuerza!, etc. Estas anunciando y declarando proféticamente que no puedes y automáticamente te destinas al fracaso. El te pone el pensamiento, temes y tu lo activas.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 TIMOTEO 1:7
Pensamientos de Enfermedad
Muchas enfermedades han sido creadas por nosotros mismos. Pensamientos de enfermedad. Verán que la gente que tiene pensamientos de enfermedad, son siempre los que más enfermos están. El primer pensamiento es tengo una enfermedad y lo único que están haciendo es darle autoridad a la enfermedad para activarse en la vida de uno.
ISAÍAS 53:4-5 “Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llagas fuimos nosotros curados”.
Pensamientos de Escasez y pobreza
Es otra manera que usa el enemigo para apartarnos de nuestra comunión con nuestro padre celestial, porque al dar por sentado que viene escasez o dudamos que Dios proveerá, es allí donde entramos en el afán de la vida y comenzamos a poner los “trabajos” como prioridad sin darnos cuenta que estamos dejando las cosas espirituales como ultimo recurso cuando la Biblia dice que debe ser lo primero (primeramente). Recordemos que debemos “trabajar para vivir y no vivir para trabajar”. Las personas escasas o con pensamientos de pobreza, no están preparadas para vivir en sobreabundancia.
FILIPENSES 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que lo que os hace falta conforme a sus riquezas en gloria.
MATEO 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
La Culpabilidad
La culpa es otro de los dardos del diablo para que no podamos acercarnos a Dios, porque al sentirnos indignos no se tendrá la confianza de acercarse a Dios y pedirle su bendición y sobre todo adorarle de todo nuestro corazón. Por esta razón no hay que permitir ni abrir puertas al enemigo para que no tenga de que acusarnos Recordemos lo que “Diablo” significa: = Calumniador .
No hay ninguna condenación, para aquellos que están en Cristo Jesús, cuando con corazón arrepentido piden perdón por sus pecados.
El Desánimo
El desanimo es otra de las armas que el enemigo usa. Esta muy vinculada al temor y la duda. Son pensamientos de fracaso, de imposibilidad, de dificultad. Es cuando nos planteamos en el pensamiento la dificultad y no la posibilidad.
Los pensamientos de desanimo, son muy confusos, porque pensamos que son nuestros, pero no lo son. Estos pensamientos nos enfrían aun en nuestra relación y respuesta hacia Dios.
Pensamientos Malos
Estos pensamientos son inyecciones que inflaman las pasiones para empujarnos a transgredir y apartarnos de Dios.
Pensamientos que sabemos que son malos, pero que tenemos que llevarlos cautivos en obediencia a Cristo Jesús. En otras palabras, cuando entran estos pensamientos de maldad, tenemos que llevarlos en oración a la Presencia de Dios y dejarlos allí.
No permitamos que ese pensamiento entre abiertamente en la casa de Dios que es nuestra vida.
El Escudo de la fe
Es el mejor escudo antimisiles que existe.
A través de la fe, el poder del Rey, es soltado sobre nuestras vidas, para así poder cumplir el plan y el propósito de Dios.
Edifica tu Fe en la Palabra de Dios.
Vamos a usar nuestros escudos de la fe.
La Unidad y La Palabra.
Compartamos en este día los unos con los otros los
pedidos personales y alentémonos con Palabra de Fe.
No hay nada imposible para Dios
LA ESPADA DEL ESPIRITU 1
EFESIOS 6 : 17
"Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios"
Introducción
Recuerdo una amarga noche, al comienzo del ministerio cuando una sombra intento por tres veces ahogarme en mi propia cama. Yo era muy joven y una noche, después de haber ministrado, sentí una presencia extraña en mi habitación y por tres veces se abalanzó sobre mi e intento cortar mi respiración. Cuando entendí que la presencia que estaba allí, no era de Dios, tome mi Biblia y leí un pasaje en uno de los evangelios cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario, pero resucito al tercer día. Sin darme cuenta, cuando termine la lectura, todo el ambiente diabólico que se metió en mi habitación salió instantáneamente, sin esfuerzo alguno.
Hemos aprendido las diferentes vestiduras de guerrero que nos lleva al éxito. Pero la mayoría de cosas que hemos visto hasta ahora, son para protegernos del enemigo, aunque alguna como el escudo también sirve para conquistar y avanzar.
Viva
Ninguna espada se puede usar de cualquier manera. Podemos dañarnos o dañar a otros, si no la usamos correctamente. No solo esto, sino que la espada hay que usarla. Una espada sola no funciona. Lo mismo pasa con la Palabra. Necesita una boca y la unción del Espíritu Santo, para que se convierta en viva. Los judíos mataron la Palabra , aunque gracias a Dios por ellos se conservo. Los religiosos usan la Palabra y no pasa nada, porque no esta viva. La Palabra de Dios solo puede usarse “VIVA”. Busca en oración , busca unción y habla la Palabra y sabes…ya veras lo que sucede.
No hables Palabra intelectual o racional, habla la Palabra de Dios.
La Palabra viva, levanta muertos, sana enfermos, crea, detiene las tormentas, derrota al enemigo, te abre las puertas, te lleva lo mejor a lo máximo, solo Su Palabra, nuestra Espada.
Eficaz
Eficaz o Rápida. Es el mismo significado. En primer lugar, no hay cosa más eficaz en el mundo, que la Palabra de Dios. Muchas veces buscamos formulas que funcionen, maneras de conseguir las cosas, cuando ya todo nos ha sido dado. Lo más eficaz es la Palabra de Dios, es lo más seguro. Las cosas cambian con la Palabra de Dios, aunque no lo veamos con nuestros ojos, pero algo ha sucedido.
En segundo lugar, es rápida. Muy rápida. La Palabra de Dios, hace antes la obra que cualquier otra cosa. La Palabra de Dios, pon atención, es más rápida que el dinero. Es muy rápida, el problema es que nosotros estamos ralentizando su acción. En 6 días todo fue creado con la palabra de Dios. Habla y sucederá, declara y acontecerá, confiesa y algo nuevo vendrá.
Más Cortante...
Es más cortante que espada de dos filos.
Una espada necesita ser cortante para poder penetrar. La Palabra de Dios entra a lugares donde nadie puede entrar, profundiza en lo más escondido de los corazones de la gente, influye los sectores menos influyentes de nuestra sociedad. Muchas veces pensamos que palabras embellecidas, tendrán poder, pero la Palabra de Dios, cuando sea soltada de nuestros labios, entrará en lugares insospechados, profundizará en lo más oculto de los corazones y llegará a sectores de nuestra sociedad que nunca pensamos que podría llegar.
Usa la Palabra porque no sabemos el efecto que podrá tener, pero de seguro, Su Palabra nunca volverá vacía, algo siempre ocurrirá.
Su Palabra es lo mas poderoso que existe en el Universo, no la menospreciemos, sino honrémosla, usándola.
La “Espada del Espíritu” es el arma que esta sobre todo, porque ésta es de conquista, avance y victoria. Esta no nos protege, sino que nos abre camino, nos abre las puertas, nos da la autoridad, es la Palabra de Dios.
Recuerda, podemos orar, tener fe, estar en la salvación, vivir el evangelio, pero sin la Palabra no avanzamos.La gente se salva, no por la oración, si bien es importante, mas se salva por la Palabra. Las puertas cerradas, necesitan la Palabra de Dios. Tu economía tiene que ser tocada por la Palabra de Dios. También tu enfermedad necesita ser anulada por la palabra de Dios. Poder creativo, poder sanador, poder conquistador, se encuentra en la Espada del Espíritu, La Palabra de Dios.
Los judíos menospreciaron la efectividad de la Palabra de Dios y el escritor a los hebreos les escribe el siguiente pasaje:
"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón"
(HEBREOS 4:12)
Les quería recordar, que no supieron usar la palabra de Dios, tan solo la escribían y la repetían. El problema no lo tiene la Palabra, tenemos que usarla y conocerla. Es nuestra espada, la Espada del Espíritu.
Espero que a partir de ahora podamos usar la Palabra de Dios sobre toda circunstancia, batalla y conquista que estemos experimentando. Usa la Palabra de Verdad en todo lugar, situación y necesidad. ¡Es tu bomba atómica!.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA ESPADA DEL ESPIRITU 2
EFESIOS 6 : 17
"Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios"
“Ciertamente la Palabra de Dios penetra hasta dividir el alma y el espíritu hasta las coyunturas y los tuétanos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón” HEBREOS 4:12
Introducción
Convendría recordar que estamos hablando de una parte de la Armadura de Dios, que es espiritual.
Por lo tanto los elementos que la componen también son espirituales. En este caso la espada de dos filos está representando a la Palabra de Dios.
Sin embargo, como curiosidad, en la Biblia vemos que “como espada de dos filos” hace referencia de dos maneras diferentes.
Por ejemplo en Efesios 6:17 y Hebreos 4:12 (entre otros), en griego la llama “mákhaira”, y se utiliza para hacer un trabajo fino y delicado, de ayudar a alguien que tiene un problema espiritual.
Y en Apocalipsis 2:16, 6:8, 19:15, 21 es llamada “Romphaia”, y es utilizada para herir y matar.
Podríamos deducir que tanto la espada como la Palabra de Dios, también puede ser para ayudar, consolar, para instruir en justicia, etc.
Pero bien sabemos que hay quienes usan mal la Palabra de Dios, y en este caso hieren y matan.
Por eso Pablo le escribe a Timoteo (2ª TIMOTEO: 2:15) para decirle “usa bien la palabra de verdad”
A través de esta lección queremos aprovechar a dar ese mismo consejo, porque con la Palabra de la Biblia debemos ayudar, pero podemos herir, justamente a quien necesita sanidad interior.
Esta parte de la Armadura está citada en último lugar, posiblemente dada la delicadeza con que hay que tratarla.
Cuando el cristiano esgrime la espada de la palabra, no es la espada del juicio, sino aquella palabra de verdad, el evangelio de salvación, el evangelio de la paz.
Estamos hablando del Poder de la Palabra de Dios.
Pero si tienes dificultad para creer que si cuando das una palabra de Dios tiene poder, te invitamos a que la compares con “las palabras” que salen de tu boca
¿Qué efecto le produce a alguien a quien insultas?
Si acostumbras a llamar tonto a un niño, ¿Crees que con el tiempo eso no le afectará?
Esto significa que la palabra de tu insulto tuvo poder.
¿Pueden nuestras palabras modificar el ánimo de quienes nos escuchan?
Podemos animarles. Podemos entristecerles. Podemos ofender.
Dice el Apóstol Santiago que lo que habla nuestra lengua puede ser un fuego encendido por el infierno.
En cambio, ¿Qué efecto produce una palabra de consuelo al que está sufriendo un dolor?
Esa palabra calmó a la persona.
Por lo tanto también tuvo poder.
tro el efecto que le produjo esas palabras.
Y si Dios nos dio semejante poder a nivel humano; ¡Cuánto más no será la Palabra que sale de la boca de Dios!
Cuando Dios instala Su Palabra por su Espíritu en el corazón de la persona a la que le fue dada, convence poderosamente, convierte y consuela.
Es Cortante
En realidad lo que quiere decir, es que es muy cortante. Es para usarla con cuidado, porque podemos herir en lugar de extirpar lo que es malo.
Opera en el interior del ser, de la misma manera como lo hace un cirujano con el bisturí en un cuerpo enfermo.Penetra hasta dividir el alma y el espíritu
¡Cuántas veces nos encontramos con personas que creen que están haciendo bien, pero en realidad están equivocadas!
Piensan tomar decisiones que les parece que son espirituales, pero en realidad son sensaciones del alma que busca complacerse.
Grande sería nuestro problema si quisiéramos ayudar a alguien que necesita un consejo, si no tuviéramos el recurso de la Palabra que discierne lo que es del alma y lo que es del espíritu.
Por eso dice en Efesios que esta parte de la Armadura de Dios, es la Espada del Espíritu. O sea la Palabra de Verdad, la que viene del Espíritu.
La que, con la misma agudeza que un cirujano usa su bisturí, puede revelar lo que somos y lo que no somos en nuestro ser interior. Penetra la médula de nuestra moral y vida espiritual. Discierne tanto lo bueno como lo malo.
Siempre será bueno aconsejar que no sólo tendrán que oír la Palabra de Dios, sino que también la tendrán que aplicar.
¿Se imaginan a un médico que está atendiendo a un enfermo que le diga la enfermedad que tiene y lo manda para su casa?
Eso no basta, también tendrá que darle el medicamento, las instrucciones para tomarlo, y por su parte, el enfermo deberá obedecerle.
Pensamientos e intenciones
La Palabra inspirada de Dios, es la única fuente definitiva de sabiduría, conocimiento y comprensión de las verdades más importantes. La única que puede libertar al oprimido. La única que puede discernir los pensamientos y aún las intenciones del corazón.
Muchas veces, con el afán de que alguien se convierta, les hablaremos con un lenguaje conocido por nosotros, pero para ellos totalmente sin sentido,Es posible que quienes nos escuchen, por no pasar vergüenza, nos digan a todo que sí, pero mientras hablamos, esas personas están pensando en cualquier otra cosa, y quién sabe lo que guardan en su corazón.
¿Cuál es nuestro respaldo de poder en el que nos apoyamos?
¿Será en nuestra capacidad para hablar? O ¿Nuestra seguridad de que deben entendernos porque para nosotros es normal?
¡Nada de eso!. El único respaldo que tenemos es hablar ni más ni menos lo que la escritura dice.
Esa persona pudo haber sido engañada con falsas doctrinas o mentiras. El diablo conoce la Palabra y le hará decir cosas que a usted le parecerán buenas. Pero no olvidemos lo que Jesús le contestaba al mismo diablo durante su tentación: “Escrito está”. Y nosotros tenemos que haberlo creído primero.
Jesús conoce los pensamientos y las intenciones del corazón. MATEO 9:4
Esta parte de la Armadura de Dios
es la Espada del Espíritu.
Es la Palabra de Dios,
y viene del ESPIRITU SANTO.
El escudo de la Fe
EFESIOS 6 : 16
"Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno"
Introducción
Muchas personas quieren ponernos armaduras viejas que están hechas por ideologías humanas, fórmulas de éxito o tradiciones.
Nuestra mejor armadura o vestimenta de éxito, es la que Dios nos dio.
Recuerdo la historia de David, cuando Saúl, quiso vestirlo con la armadura propia, la de un viejo rey acobardado por un gigante, y David no podía si quiera caminar con ella.
“Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas.” 1 SAMUEL 17:38-39
David, se la quitó y entendió que no es con espada, ni armadura, ni ejército, sino por el Santo Espíritu de Dios.
David pudo destruir ese gigante en el nombre del Señor de los Ejércitos. Lo que nos han enseñado está bien, pero lo que Dios nos enseña es mucho mejor.
Así que tengamos cuidado con las viejas armaduras que otros nos ponen y pongámonos la armadura de Dios y tendremos la victoria asegurada.
Dios nos ha determinado para el éxito. No hay otro camino. nos equivocaremos, pero al final triunfaremos.
Tomando el Escudo de la Fe
La palabra de Dios dice: "Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con dirección sabia se hace la guerra" PROVERBIOS 20:18
El escudo esta preparado para proteger varias partes vitales del ser humano, como es el corazón.
¿Cómo nos defendemos?
Muchos nos defendemos basados en lo que sabemos, otros basados en lo que somos y otros basados en lo que tenemos. Nos defendemos con palabras, formulas humanas, justicias, etc. Cada uno nos defendemos de una manera. Comenta con el grupo la siguiente pregunta: ¿Cómo te defenderías si alguien viene a engañarte? ¿Cómo te defenderías de un hermano que habla mal de ti? ¿Cómo te defenderías de un jefe agresor y egoísta?
Muchos haríamos muchas cosas y distintas, pero ¿cuántos tomaríamos el escudo de la fe? La mejor defensa que tenemos y la que menos utilizamos es el Escudo de la Fe. Hoy en día, países como Israel y Estados Unidos tienen escudos militares que no permiten la entrada externa de ningún proyectil sobre la nación.
Cuando nosotros usamos cualquier otra forma que no es el Escudo de la Fe, los proyectiles del enemigo (miserias, tristezas, enfermedad, tuina, maldiciones, etc.), sencillamente entran y nos dañan.
Ahora cuando usamos el Escudo de la Fe, no hay nada que nos pueda tocar y lo mejor de todo, es que la batalla que nos vino, se transforma en victoria. De esta manera si un día nos levantamos con muchas luchas, como nos suele suceder, cuando usamos el escudo de la Fe, tornamos un día de lucha en un día de victoria.
Ubicando el Escudo de la Fe
Para saber donde poner el escudo, tenemos que saber cuales son las partes vitales de nuestras vidas. Esto tiene que ver con las prioridades. Hay gente que lleva el escudo de la fe, colgado a la espalda, en medio de la guerra.
Nuestras partes vitales son en primer lugar nuestra vida y relación espiritual con Dios. Si esta parte se daña, todo lo que hay debajo, familia, economía, trabajo, salud, se daña. Esto es el corazón del guerrero. Una de las cosas que más ataca el enemigo, es nuestra vida espiritual. Por eso cuando una persona se enfría, es porque el diablo lo atacó, para sacarlo de Dios y terminar por destruirlo. Y esto le pasa a miles de cristianos en todo el mundo. El corazón de tu vida, es tu relación con Dios. Si esto está cuidado por el escudo de la fe, no tengas temor, porque Dios te entregará todo lo que quieras, haciendo de ti un guerrero de victoria TOTAL.
Papá, mamá, hijo o hija, cuando estamos bien en Dios, tenemos la habilidad y el poder de tomar, conquistar, lograr y vencer. Si Dios no está, estamos perdidos. Ubica el escudo y no permitas que nadie y nada, toque tu relación con Dios y con su cuerpo, que es Su Iglesia.
Ungiendo el Escudo de la Fe
La palabra de Dios dice: "Ponen la mesa, extienden tapices; comen, beben. ¡Levantaos, oh príncipes, ungid el escudo!" ISAÍAS 21:5
Una de las cosas que Dios le reprochó a Saúl, es que no ungió Su escudo (leer 2 SAMUEL 1.21). Antiguamente se ungían los escudos, para protegerlos y hacerlos resbaladizos para que las flechas o dardos no se pegaran en ellos.
El aceite, representa la unción del Espíritu Santo.
Sin la unción del Espíritu Santo, no podemos usar el escudo de la fe o si lo usamos, no surgirá efecto. Nuestro escudo estará viejo y lleno de agujeros por los dardos. Sera un escudo frágil. De ahí la importancia de lo que enseñamos en la Iglesia, la Unción del Espíritu Santo no es una alternativa más, sino una necesidad.
Cuando enfrentamos las situaciones con la unción del Espíritu Santo, el enemigo se vuelve ineficaz y se cansa. Y en su cansancio, lo derrotarás en el nombre de Jesús.
Unjamos el escudo de la Fe, busquemos la Unción y Dios nos dará la victoria.
El Escudo de la Fe
Ahora bien, ¿Qué es el Escudo de la Fe?
El escudo romano era cuadrado y grande y se usaba para la protección , pero también para la conquista. El escudo de la fe, tiene dos principios, lo que hablas y lo que haces.
En primer lugar, los escudos se usaban, alineados perfectamente como técnica de avance. Los soldados estaban perfectamente unidos. Cuando usamos el escudo de la fe, avanzamos uniéndonos con nuestros hermanos e iglesia. Oramos los unos por los otros, compartimos nuestras peticiones y creemos en ellas, desatando la bendición de Dios.
En segundo lugar, el escudo de la fe, es palabra que hablamos en fe. Declarando lo que no se ve, ante lo que está sucediendo. Cuando viene la pobreza, comenzamos a hablar en fe la bendición. Así con cada ataque que suframos, ya sea enfermedad, problemas, economía, falta de trabajo, familia, etc. Necesitamos hablar lo que no se ve, pero lo que se verá. La fe, es nuestra forma de expresar lo que Dios va a hacer; y no lo hacemos influenciados bajo las emociones, sino influenciados por lo que Dios dice en Su Palabra.
Este es el escudo de la fe.
Vamos a usar nuestros escudos de la fe.
La Unidad y La Palabra.
Compartamos en este día los unos con los otros los
pedidos personales y alentémonos con Palabra de Fe.
No hay nada imposible para Dios
Verdad y Justicia
EFESIOS 6 : 10 - 13
"Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".
Introducción
Estad pues firmes
Nos habla de la firmeza en mantenernos en comunión con Dios.
Él nos da la seguridad de cubrirnos y protegernos contra todo ataque espiritual; pero está en nosotros, en nuestra firmeza y convicción de que permanecemos en Él, y Él en nosotros.
Podemos hablar de Verdad y Justicia, pero muy difícil es llegar al perfecto significado que estas dos palabras tienen en esta cita Bíblica. Merece que escudriñemos en los escritos de Pablo para conocer la amplitud a la que quiso llegar. Evidentemente ambos se refieren a poder, protección, salvación y justificación.
Ceñidos vuestros lomos con la VerdadAntiguamente cuando un pueblo o país entraba en guerra, los hombres que tenían edad para combatir, dejaban todo lo que estaban haciendo, tomaban sus armas y se “ceñían los lomos”.
Era una forma de preparar sus vestiduras para la exigencia del combate.
No había uniformes especiales como ahora.
Se colocaban un cinto ancho de cuero que le cubría de la cintura para arriba, hasta debajo de las axilas; o sea, toda la parte de la espalda que se conoce como lomos. Toda la vestimenta diaria era suelta, era necesario sujetarla con ese cinto para permitir la libertad de movimientos propios de la batalla.
Tomando esta semejanza, se nos dice que cuando nacemos de nuevo seremos objeto de ataques toda la vida. Porque ya no estamos en el bando del enemigo. Ya no tenemos “su protección”. Ahora nosotros somos sus enemigos y nos tenemos que preparar para esos ataques espirituales a la que estaremos sometidos.
En nuestro diario vivir, también nosotros andábamos “sueltos”, “libres”, por eso Dios, ni bien nos transformó en sus hijos, y nos cubre como con un escudo para resistir a los dardos de nuestros enemigos espirituales, quienes utilizarán todos los recursos posibles por recuperarnos.
Iremos comprendiendo a través de este Capítulo, que no será con nuestra fuerza que resistiremos al ataque del maligno. Pero sí fortaleciéndonos con el gran poder del Señor.
Este enemigo es precisamente el “padre de la mentira”; y estos son fundamentalmente sus dardos.
Por lo tanto nuestra resistencia la haremos primeramente basados en LA VERDAD.
La Verdad
Este primer elemento de la Armadura, simboliza la protección de Dios sobre nuestras vidas, contra toda mentira y engaño.
Como el cinto cubre los lomos, podría entenderse que existen ataques que vienen del lado donde no vemos; de atrás. Son argumentos engañosos que tratan de quebrar nuestra confianza, modificando la Palabra.
No hace falta dar ejemplos de ello porque bien sabemos de qué manera trabajan los espíritus engañosos para cambiar, quitar o añadir Palabras de las Escrituras
Las dudas sobre el entendimiento de la Palabra, hay que traerlas a la luz. Nunca debemos quedarnos con dudas, porque son semillas malignas.
La Verdad de la que estamos hablando, es:
- La que Cristo personifica “Yo soy la Verdad” (JUAN 1:17)
- y algo que trajo. “La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (JUAN 14:6)
El Apóstol Pablo nos habla de la verdad que está en Cristo, y no lo que nosotros creemos como “nuestra verdad”; Podemos creer que nuestros razonamientos e intenciones son verdaderos. Pero si no están basados en la Verdad en Cristo, son vulnerables ante cualquier ataque.
Jesús por alguna razón nos dijo que Él era la Verdad.
Es posible que nuestros conceptos de verdad sólo tengan que ver con todo lo contrario a la mentira y a la falsedad.
Pero, “vivir en verdad”, significa un perfeccionamiento continuo que nos permita permanecer en Su presencia, sin importar las circunstancias.
¿No es verdad que todos nosotros en algún momento para evitar algún daño propio o ajeno, hemos echado alguna “mentira piadosa”?
Así se comienza, y si no se frena, nos debilitamos y terminamos siendo mentirosos compulsivos. Seguramente alguien conoce personas que mienten por mentir; sin necesidad.
Es posible que no nos demos cuenta, porque lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo, pero hasta cuando estamos cantando una alabanza, levantando las manos podemos distraernos y estar pensando en lo que vamos a comer cuando salgamos de la iglesia.
¿Cómo corregimos esto?
Hay muchas formas de hablar acerca de la verdad, pero por su reiterada mención de los escritos de Pablo, podemos asegurar que la Verdad a la que se refiere es la del Poder del Evangelio. Este es el poder que Dios nos ha dado para que no nos sorprenda, ni siquiera nuestra distracción.
Los que vivimos cubiertos por el poder del Evangelio y andamos en luz, no sólo hablaremos la verdad, sino que también viviremos por ella; y de esa manera podremos resistir al diablo, no dándole lugar en nosotros.
Otro concepto, no despreciable, es ceñirse de la verdad en sentido de integridad.
De una u otra forma debemos tener presente que TODO LO HACEMOS EN EL PODER DE SU FUERZA.
La Justicia
La Justicia de la que está hablando el Apóstol Pablo, no es (según el pensamiento griego), una virtud imprecisa, sino una relación personal con Dios, e implica fidelidad.
(ROMANOS 5.1), “En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”
(ROMANOS 8:1) "Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús”
(1ª JUAN 3:9) “Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios”
El concepto de poder divino está claramente presente en esta escritura
Pablo escribe que la razón por la que el evangelio puede describirse como poder de Dios tiene que ver con el hecho de que revela la justicia divina. Por lo tanto, se presenta la justicia de Dios como divino poder.
El don de la justicia de Dios en el creyente derrota por completo al enemigo.
Dicha justicia, a su vez, transforma la vida.
El resultado de haber experimentado la justicia divina es una vida recta.
En muchos pasajes esta justicia equivale al nuevo modo de vivir que nace de la fe en Cristo. Esta vida cristiana es verdadera.
No es una vida recta según leyes morales o tradiciones. No sólo se refiere a nuestro comportamiento exterior sino a todas las áreas de nuestro ser.
Se trata de un poder que es provisto por Dios para nuestras vidas, siendo obedientes a sus Palabras.
(ROMANOS 1:16,17)"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”
“Porque en el evangelio la Justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”
A partir de haber nacido de nuevo, el cristiano no puede vivir de cualquier manera, sino de la única que le permitirá vivir protegidos por Dios.
Esta Coraza de Justicia no la compramos en ningún comercio de antigüedades. No podemos fabricarla nosotros según algún modelo. No la podemos pedir, ni dar prestada.
Esta coraza es de Dios y la coloca Él, cuando vivimos en Él.
Y la mantiene cuando permanecemos en Él.
Permitir que esta Coraza de Justicia nos sea colocada por Dios, es tarea de cada creyente, en forma personal.
El Apóstol Pablo nos dice en su 2ª Carta a los Corintios Cap. 6:3-7:
“No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos,desvelos, en ayunos;
EN PUREZA, EN CIENCIA, EN LONGANIMIDAD, EN BONDAD, EN EL ESPÍRITU SANTO, EN AMOR SINCERO, EN PALABRA DE VERDAD, EN PODER DE DIOS, CON ARMAS DE JUSTICIA A DIESTRA Y A SINIESTRA”
El concepto religioso de creer que cumplimos con Dios cuando asistimos o hacemos alguna labor para la iglesia, queda totalmente depreciado con estas Palabras del Apóstol.
Y esta manera de vivir, nos asegura que no le dejamos ni la menor fisura por la que el enemigo pueda entrometerse en nuestra vida.
Júzgame oh Dios,
y defiende mi causa
ENCOMIENDA AL SEÑOR TU CAMINO
Y CONFÍA EN ÉL Y ÉL HARÁ.
EXHIBIRÁ TU JUSTICIA
COMO LA LUZ
Calzado: Dispuesto a evangelizar
EFESIOS 6 : 15
"Mantenganse calzados los pies con la disposición de proclamar el evangelio de la paz".
Introducción
A primera vista pareciera que el objetivo central de este versículo, es exclusivamente la evangelización.
Si bien esta actividad no está excluida, este elemento simbólico de la armadura, además nos habla de la lucha a la que estamos expuestos por causa de haber nacido de nuevo y haber aceptado servir a Cristo.
Recordemos un pensamiento que ya hemos comentado:
-La Armadura es un simbolismo espiritual.
-No la diseñamos ni la fabricamos nosotros, sino que es provista por Dios.
El Apóstol Pablo se refiere a la DISPOSICIÓN para la
Lucha Espiritual a la que estamos sometidos.
Es decir, cómo vivir diariamente, hacer todas las cosas, enfrentar todas las circunstancias, etc.
Y a la vez estar preparados, porque ante cualquier descuido podemos ser atacados por un dardo del enemigo.
El caso que nos preocupa hoy es guardar los pies con una parte de la armadura espiritual, de la misma manera como debo proteger cualquier otra parte de mi cuerpo, considerando que debemos llevar el mensaje de las buenas nuevas, de la Paz, en toda ocasión que se nos presente.
Anteriormente habíamos hablado de un soldado de un ejército que entra en combate.
Es importante su preparación previa, pero también lo es, que vaya “equipado” convenientemente.
¿Pueden imaginarse a un guerrero protegido con casco, coraza y buen armamento, en zapatillas de deportes? (Esto es una comparación)
El mensaje del Evangelio no consiste solamente en convertir a la gente como quien está haciendo una obra más; sino con el “apresto” o disposición para estar firmes en la lucha de extender el nombre de Cristo y Su Poder.
Toda la armadura está preparada para resistir, pero los pies bien calzados, simbolizan la fuerza de voluntad y de obediencia para “IR” , y obedecer el mandato:
“Por tanto “ID” Y HACED DISCÍPULOS A TODAS LAS NACIONES”.
La mente dispone, y los pies obedecen; y no podemos dejarlos vulnerables.
Una historia
El “camino” espiritual es angosto; y antes estábamos acostumbrados a caminar por un camino que era tan ancho que no se veían los límites.
La armadura que Dios nos provee, por un lado es un poder especial; pero por otro es para nosotros una responsabilidad que se relaciona con la obediencia.
Si un hermano está en un lugar donde no debe estar, y es sorprendido por otro hermano, es probable que se le ocurra al primero, una excusa, para justificar el hecho. Pero es que aún no ha hecho nada malo, sólo que estaba en una “zona peligrosa”. Entonces ¿por qué ha de inventar una excusa?
Porque el Señor, para protegerlo, ya le había avisado a su conciencia; en esto consiste la armadura. Y no hizo caso: por eso se siente culpable. Este hermano ha ido, a determinado sitio porque se sintió atraído; pensando que tal vez tenía la fuerza suficiente para no caer. (No ha frenado sus pies) Distinto es el caso de José, hijo de Jacob, en Egipto.
El primero y más grande de los poetas griegos, llamado Homero, escribió una historia imaginaria en su Libro “La Ilíada”. En esta fábula se narra que una madre sumergió a su bebé recién nacido en “aguas milagrosas” para protegerlo de la muerte, porque sabía que cuando fuese hombre sería un célebre guerrero. Y así fue. Pero cuando sumergió a su niño en el agua lo cogió de un talón de su pie, de manera que ese talón no fue sumergido.
Este guerrero fue Aquiles, y de allí que solemos mencionar esa parte de nuestro pie como el Talón de Aquiles.
En la guerra de Troya, una flecha perdida se le clavó justamente en ese talón que no estaba “protegido” y murió.
Esto no es más que una fábula, que aunque irreal quedó como una ilustración y resulta apropiada en esta ocasión para tener en cuenta que no debemos dejar al enemigo nada al descubierto, porque él tiene autoridad para tomar lo que le concedemos.
La mente elabora sus propias excusas: “Tengo vergüenza”, “No estoy preparado”.“La última vez se han burlado de mí”.
Nada de esto es impedimento para cumplir con la comisión de anunciar el Evangelio de la Paz, por lo tanto le atribuimos a estos argumentos la fuerza negativa para impedir que obedezcamos. Nuestros pies debieran estar dispuestos para salir e ir al lugar que se nos ha ordenado, bien protegidos de estas mentiras.
La lucha está entablada y nada nos debiera frenar, sino resistir al diablo y “estar firmes”.
No siempre todo ocurre así.
Tengamos presente siempre si nuestros pies están donde deben estar.
A veces nos encontramos en sitios donde sabemos que pisamos “el borde” del peligro. Confiamos y caemos. No debemos descuidar la protección de la armadura para nuestros pies, porque es muy arriesgado jugar con los límites.
En las carreteras se suelen aplicar en los bordes una franja dentada que al ser pisada por las ruedas de los vehículos produce un zumbido, que avisa al conductor que debe volver “al camino”. Esta sería la función principal del calzado de la armadura.
El “camino” espiritual es angosto; y antes estábamos acostumbrados a caminar por un camino que era tan ancho que no se veían los límites.
La armadura que Dios nos provee, por un lado es un poder especial; pero por otro es para nosotros una responsabilidad que se relaciona con la obediencia.
Si un hermano está en un lugar donde no debe estar, y es sorprendido por otro hermano, es probable que se le ocurra al primero, una excusa, para justificar el hecho. Pero es que aún no ha hecho nada malo, sólo que estaba en una “zona peligrosa”. Entonces ¿por qué ha de inventar una excusa?
Porque el Señor, para protegerlo, ya le había avisado a su conciencia; en esto consiste la armadura. Y no hizo caso: por eso se siente culpable. Este hermano ha ido, a determinado sitio porque se sintió atraído; pensando que tal vez tenía la fuerza suficiente para no caer. (No ha frenado sus pies) Distinto es el caso de José, hijo de Jacob, en Egipto.
Un buen ejemplo
Distinto fue el caso de José, hijo de Jacob en Egipto.
Ahora veremos otra manera en que los pies, obedientes a una correcta decisión, juegan un papel importante a la hora de evitar caer en pecado.
No fue él quien buscó vivir en la casa de Potifar; sino que éste lo puso como mayordomo porque halló gracia en sus ojos y le servía.
La mujer de su amo puso sus ojos en José y le propuso dormir con ella. No una vez, sino cada día; pero él no le prestaba atención
Cuando la mujer ya estaba cansada de intentarlo sin lograr nada, un día que estaban solos, le tomó de su ropa y le ordenó que durmiera con ella.
Aquí se combinan dos factores.
El Señor estaba permanentemente con José. (Su cobertura)(GÉNESIS 39:2,21,23)
José permitió que el Señor le acompañara siempre. (Aceptó la cobertura)
Por lo tanto no dudó en tomar la decisión correcta, pese a todo lo que le podía sobrevenir. Determinó huir y sus pies le obedecieron de inmediato. La orden de Dios en ese caso era
¡HUIR!
En la Biblia, los pies representaron el “estar” en el lugar adecuado para que ocurra un determinado hecho.
También el corazón representa lo que “somos”
Ambos, en perfecta concordancia pueden producir la voluntad de Dios.
Dice en Josué 3:13:
“Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón" .
Es posible que para muchos, una actividad tan importante como es la "Disposición” de proclamar el Evangelio de la Paz, no la relacionemos con los pies,
que son parte de nuestro cuerpo. Tal vez no les hemos dado mucha participación.
Nos hemos preocupado por nuestro corazón, nuestra mente, fuerza de voluntad, conocimiento, etc. Para Dios fue tan importante como para decirle a Moisés,
“Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio” “ Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros pondrá el Señor vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho” (DEUTERONOMIO 11:24,25)
"Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen"
SALMO 17:5
¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
La Oración de Fe
EFESIOS 6 : 18
"Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos .
Manténganse alertas y perseveren en oración por todos los santos”
Introducción
Al concluir la descripción que hace Pablo de la armadura divina la cual Dios ha provisto al guerrero cristiano, descubrimos que el apóstol aún tiene más consejos para darnos. (vs. 18–20).
Aunque la oración no debe considerarse como una pieza adicional de la armadura, está directamente relacionada con todo lo que Pablo ha dicho en los versículos 10–17.
La oración no es la séptima pieza de la armadura espiritual. Es algo demasiado magnífico, fundamental, esencial, y global para incluirla como una simple pieza más de dicha armadura, por muy importante que sean estas piezas.
Se dice que la llamada de Pablo a la oración «completa su explicación del armamento espiritual». El «autor parece dar a la oración un lugar más prominente que el que tendría si ocupara un séptimo puesto en la lista de las armas espirituales: sin embargo, complementa la estructura de cada una de las partes y a la vez, con el total de la armadura espiritual.
Supuestamente Pablo quiere hacernos comprender que la oración es más que un arma espiritual esencial. Resulta fundamental para el despliegue de todas las demás armas.
En realidad, constituye la clave para resistir los ataques del maligno.
¿Hasta qué punto es fundamental la oración para el despliegue de todas las demás armas?
Testimonio de un misionero
La lectura de la historia que vamos a presentar, puede llegar a ser una ayuda importante en el esfuerzo por comprender profundamente, lo esencial de esta lección.
J. O. Fraser, era un miembro de la llamada “Misión en el Interior de China”.
Este misionero británico, trabajó entre los miembros de la tribu “Lisú”, en el suroeste de China, desde 1909 hasta su muerte en 1938.
Para los lisúes, la conversión al cristianismo significaba que debían dejar de adorar a sus espíritus; y eso les producía miedo.
Es decir que estaban convencidos que los espíritus a los que estaban sometidos, podrían vengarse en contra ellos si abandonaban sus prácticas religiosas.
Estaba claro que creían en su poder, porque los conocían; pero nadie les había hablado del poder de Dios, de quien ellos no tenían ni idea.
No obstante hubo “conversiones”, pero con frecuencia volvían al culto que ofrecían a dichos espíritus.
Los primeros años del ministerio de Fraser fueron difíciles, hasta que observó que uno de sus principales problemas era la ignorancia que esa gente tenía del mundo espiritual.
Tal desconocimiento era un problema para hacer que los “convertidos” se mantuviesen firmes. Sufrían continuos y terribles ataques demoníacos y conseguían que muchos de ellos volvieran al estado de vida anterior. Esto apaciguaba el furor vengativo de sus espíritus.
Todo esto producía contratiempos en el ministerio del misionero, quien aseguraba a sus convertidos que Jesús era más poderoso que dichos espíritus. Sin embargo no sabía la forma de que aceptaran convencidos el camino a la victoria.
Los nuevos creyentes se veían derrotados continuamente por los demonios.
Le costaba al misionero creer que la posesión demoníaca pudiera ser tan real en su época, como cuando Jesús estaba sobre la tierra.
Un miembro de una de las familias “convertidas “cayó gravemente enfermo.
El misionero oró por él, pero Dios no le sanó a pesar de sus oraciones; y un adivino les dijo que debían volver a la adoración de los espíritus para que fuese curado. Así lo hicieron, pero el enfermo murió. Los adivinos de la tribu dijeron que habían tardado mucho en tomar la decisión de volver a servir a aquellos espíritus que los aterrorizaban.
Entonces Fraser, que siempre había sido un hombre de oración, comenzó a formar un equipo de intercesión en Inglaterra. No podía hacerlo en Lisuland ya que no tenía todavía creyentes fuertes allí.
Por aquel entonces el propio Fraser atravesó una profunda depresión espiritual que no sabía cómo interpretarla. ¿Sería por causa de la soledad? ¿Se debía a la mala comida? ¿La lucha con el idioma o el estancamiento de la obra?
A medida que el tiempo fue pasando, el misionero comprendió que había otro tipo de influencias que debía tener en cuenta.
Todo aquello en lo que había creído y tanto gozo le había producido, se había desvanecido. Incluso sus oraciones le parecían débiles, vacías.
Las dudas comenzaron a llenar el vacío de su falta de fe.
¿Contesta Dios la oración? ...
La verdad le hizo libre
...La pregunta le atormentaba y a su mente venían de continuo pensamientos suicidas.
Él sabía que Dios le había provisto de la armadura para vencer. Sin embargo, sus fundamentos fueron sacudidos en lo más profundo en aquellos días y noches de lucha.
Hasta que comprendió que detrás de todo ello había “poderes de las tinieblas” tratando de abatirle.
La esposa de Taylor que narra esta historia hace una extraordinaria afirmación: «Mi esposo se había atrevido a invadir el territorio de Satanás, que estaba bajo su yugo durante siglos».
Al principio la venganza del diablo cayó sobre los lisúes que buscaban a Dios; estos eran una presa fácil.
Ahora Fraser mismo estaba siendo atacado y se trataba de una lucha espiritual a muerte.
Luego llegó la ayuda, cuando alguien le envió una copia de una revista que Fraser no conocía y que exponía la verdad precisa que necesitaba en aquel extraño conflicto. Esa verdad le hizo libre.
La revelación que recibió mientras leía con atención aquellas gratas páginas, fue que Satanás es verdaderamente un enemigo vencido.
Todo esto lo había enseñado con anterioridad como un asunto de doctrina, sin embargo ahora el hecho de que “la victoria es nuestra”, brilló para el misionero con letras luminosas. Allí, en lo profundo de las montañas lisúes, Fraser respondió al poder liberador de la cruz.
“Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte”.
(APOCALIPSIS 12:11)
En aquella pobre cabaña se había obtenido la victoria que significaría la vida para millares de personas.
Más tarde, Fraser contaría a la señora Taylor: «Leí varias veces aquella Revista, y lo que me enseñó es que la liberación del poder del maligno viene por la oración de fe basada en la victoria de Jesucristo en la Cruz”
La Victoria
Todas estas armas resultarían ineficaces para resistir al enemigo de las almas si no fuese por la ayuda decisiva que les presta la oración, por lo que el apóstol, tras de presentar todas las piezas de la armadura de Dios, describe el papel de la oración en esta lucha mediante la conexión con que comienza el versículo 18: “por medio de toda oración, etc.”. Aunque la oración no es un arma más, aparece en séptimo lugar como el tronco del Candelabro de oro que, con los otros seis brazos, forman las siete las lámparas que alumbraban delante del Señor.
Para entender el papel de la oración en esta lucha, no hace falta echar mano de ninguna ilustración humana, sino acudir a Éxodo 17:8-1, donde vemos que la gran batalla contra Amalec, no se ganó con el número ni por la fuerza de los ejércitos de Israel, sino por la intercesión de Moisés en la cumbre del collado de Refidim.
-La constancia con que se ha de velar en oración “estando en vela para ello con toda perseverancia y petición”, debe entenderse que no es de cualquier manera.
-El verbo griego que aquí usa el apóstol, ocurre también en Mateo 13:33, siempre en el sentido de velar. Su etimología es muy curiosa, pues está formado por el verbo “cazar” y “sueño”, con lo que se expresa gráficamente el esfuerzo que el pastor realiza a fin de no dormirse, ya que el sueño del pastor suele resultar en tragedia para los ovejas.
Dios les bendiga por este estudio, que me abierto los ojos a muchas cosas. Porque primero creía que debía guerrear pero ahora me doy cuenta que es realmente la armadura, y que sin ella no puedo guerrear.
ResponderEliminarEstoy pasando por una prueba, muchas veces no he tenido fuerza para leer la palabra de Dios, o para orar, algunas veces simplemente alababa a Dios y eso es bueno.
Pero otras veces el desanimo venía y no oraba, no leía la palabra de Dios, tampoco alababa, entonces me levantaba en guerra espiritual, y eso creo no es correcto, primero debo tener bien firme la armadura.
Seguiré estudiando este mensaje, y estudiaré más acerca de esto.
Gracias Dios les bendiga, y les continue bendiciendo con sabiduría, paz, fe, y sobre todo amor. Gracias por compartir este estudio porque me ha bendecido en un momento que solo Dios sabía que lo necestaba