martes, 16 de junio de 2009

El Retorrno del Principe de Grecia



EL PRÍNCIPE DE GRECIA


En el libro del profeta Daniel nos en¬contramos con una entidad espiritual que responde al nombre de "príncipe de Grecia". La cita es breve, y casi podría pasar inadvertida si no conociéramos el concepto de "los ángeles de las naciones". El conflicto entre el arcángel Gabriel y los dos principados espirituales llamados "príncipe de Persia" y "príncipe de Grecia" (Daniel 10:20) y la participación del arcángel Miguel en el conflicto (v. 21) nos ayudan a comprender la dinámica de la batalla espiritual que se libra en los lugares celestiales.

Estos tres pasajes tienen un alcance mucho mayor del que normalmente les asignamos. Sus efectos llegan hasta nuestros días y, de hecho, su influencia se ha convertido en una de las principales fuerzas de oposición para el avance de la Iglesia en este tiempo final. Es indudable que se trata de un enemigo a vencer, especialmente en los países que han abrazado la así llamada "cultura occidental".

El orden cronológico de los pasajes es el siguiente:

1. Nabucodonosor, rey de babilonia, sueña un sueño perturbador, y Dios revela el sueño y otorga la interpretación a Daniel, su siervo.

2. Dios comisiona al arcángel Gabriel a darle la revelación del sueño a Daniel. El arcángel le dice que debe regresar a luchar contra el príncipe de Persia y después contra el siguiente, el príncipe de Grecia. (Todos los que hemos estudiado Historia Universal sabemos perfectamente bien que el Imperio Griego fue posterior al Persa.)

Pero más importante aún, la referencia a este príncipe de Grecia da pie para comprender otros pasajes sumamente reveladores para el estudio que nos ocupa.

"Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que
volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él,
el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está
escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Migue lvuestro príncipe" (Daniel 10:20-21).

"Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.Por que he entesado para mí ajudá como arco,e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos,oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como
espada de valiente" (Zacarías 9:12-13).

El capítulo segundo del libro de Daniel narra la historia sucedida al rey Nabucodonosor en el segundo año de su reinado. El rey tuvo sueños que le turbaron e hizo llamar magos, astrólogos, encantadores y caldeos para que le explicasen sus sueños y le diesen la interpretación. Los caldeos respondieron al rey diciendo, "No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo". Cuando el profeta Daniel escuchó lo que pasaba pidió al rey que le diese tiempo y que él le mostraría la interpretación.

Después de solicitar la intercesión de sus compañeros Ananías, Misael y Azarías, Daniel recibió la revelación en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo, y la hizo conocer al rey de esta manera, "Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido" (Daniel 2:31-33).

"Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y donde quiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro" (Daniel 2:36-43).

Estos tres pasajes tienen un alcance mucho mayor del que normalmente les asignamos. Sus efectos llegan hasta nuestros días y, de hecho, su influencia se ha convertido en una de las principales fuerzas de oposición para el avance de la Iglesia en este tiempo final. Es indudable que se trata de un enemigo a vencer, especialmente en los países que han abrazado la así llamada "cultura occidental".

El orden cronológico de los pasajes es el siguiente:

1. Nabucodonosor, rey de babilonia, sueña un sueño perturbador, y Dios revela el sueño y otorga la interpretación a Daniel, su siervo.

2. Dios comisiona al arcángel Gabriel a darle la revelación del sueño a Daniel. El arcángel le dice que debe regresar a luchar contra el príncipe de Persia y después contra el siguiente, el príncipe de Grecia. (Todos los que hemos estudiado Historia Universal sabemos perfectamente bien que el Imperio Griego fue posterior al Persa.)

3. Por último, la profecía dada por Dios a través del profeta Zacarías. Esta profecía describe sucesos que no han sucedido aún, pero que sin duda están por realizarse para que se cumpla la Palabra que dice, "Así que, arrepentios y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envié a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo" (Hechos 3:19-21).

La profecía de Zacarías sugiere otro enfrentamiento, ahora entre los hijos de Sion y los hijos de Grecia. Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿quiénes son estos hijos de Grecia que menciona la Escritura? Podemos deducir con cierta facilidad que deben ser los descendientes de aquellos que dependieron de la acción del príncipe de Grecia. Sirva esto de trasfondo y pasemos a la trama de esta reveladora historia.

Daniel da al rey la interpretación de la visión describiendo una estatua que tiene la cabeza de oro, la misma que el profeta identifica con el imperio babilónico presidio por Nabucodonosor. "...tú eres aquella cabeza de oro."

"Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo , el pecho y los hombros de plata de la estatua representan un segundo reino, inferior al de Babilonia, del cual sabemos por la Biblia y por la historia que se trata del imperio persa.

"...y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra." El versículo 32 dice de la estatua que "su vientre y sus muslos [eran] de bronce", refiriéndose precisamente al imperio griego y correspondiendo justamente a la revelación dada por el arcángel a Daniel cuando dijo que el imperio de Persia precedería al de Grecia. Del reino de Grecia se menciona una característica que no había sido dicha antes: dominará sobre toda la Tierra.

Hemos llegado al punto de convergencia de las realidades natural, cultural y espiritual. El imperio griego en sí no dominó sobre toda la Tierra, pero el príncipe de Grecia y la cultura griega gobiernan aun hoy a través de lo que se denomina la "cultura occidental". Los ejemplos abundan: nuestro pensamiento, nuestra cultura y nuestras instituciones reflejan la influencia griega en todo aspecto y en todo momento. La filosofía, la lógica, la democracia, la república son palabras que vienen inmediatamente a la mente y demuestran la enorme influencia que el príncipe de Grecia tiene sobre toda la humanidad.

Me parece impresionante la exactitud de la Palabra cuando señala que el imperio griego estaba localizado en la estatua justo en el área de los órganos reproductivos, porque eso exactamente es lo que ha sucedido. Se ha reproducido y ha llegado a dominar sobre toda la Tierra a través de las ideas y la cultura.

Roma, por ejemplo, venció militarmente a Grecia, pero Grecia conquistó intelectualmente a Roma. Los romanos heredaron toda la cultura griega y su manera de pensar. Los romanos ni siquiera tuvieron un panteón de dioses propios, sino que lo que hicieron fue latinizar los nombres de los dioses griegos. La cultura griega se "reprodujo" una y otra vez avanzando a lo largo de toda la historia humana.

"Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo." Sabemos que el Imperio Romano sucedió al griego y que ciertamente se trató de un imperio fuerte como el hierro, y que ciertamente la marca del mismo es que desmenuzó y quebrantó todo lo que encontró a su paso. Tengo frescos en mi memoria los recuerdos de visitas a monumentos y ciudades antiguas que ahora se encuentran semidestruidas, pero que por la calidad de su construcción podrían haber resistidos los embates del tiempo de no haber sido "visitados" por los romanos, quienes destruyeron muchas de sus edificaciones.


"Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil Así como viste el hierro mezclado por medio de alianzas huma¬nas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.

“Hoy, la profecía bíblica se desarrolla delante de nuestros ojos. Somos testigos de cómo la Comunidad Europea, a través de alianzas humanas está dando forma a este quinto reino. Parece casi imposible que Europa, que tuvo en los últimos quince siglos una guerra cada veinticinco años, y dos guerras mundiales en el siglo XX , haya logrado en cuarenta y cinco años llegar al nivel de unidad que tiene hoy. Pero, así estaba profetizado.

"Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre"

(Daniel 2:44). ¡Gloria a Dios! Lo que viene será extraordinario. Jesucristo reinará para siempre y su reino no tendrá fin, justo como se lo anunció el arcángel Gabriel a María en Lucas 1:32-33.

Regresemos ahora al príncipe de Grecia.

Como decíamos antes, los poderes influencian a la cultura y esta determina el estado de la sociedad. Las características del ser espiritual se ven reflejadas en sus servidores (ver Salmo 115:8 y Efesios 4:13), tanto así que llega un momento en el que es prácticamente imposible distinguir uno del otro. Se me ocurre mencionar el caso de Jezabel. Primero, la conocemos como una mujer de carne y hueso, la esposa de Acab. Luego, por las características demoníacas con las que actúa, aprendemos a reconocer al espíritu inmundo que opera de esa manera. Aprendemos a llamarlo "el espíritu de Jezabel" y definimos sus características.

Más adelante, en Apocalipsis capítulo 2, reaparece su nombre en la Biblia. Allí la vemos como una mujer que se dice ser profetisa, otra vez de carne y hueso. Sin embargo, podemos reconocer características espirituales en ella que nos hacen pensar que se trata del mismo espíritu inmundo en una época diferente, con efectos similares sobre otra mujer. Concluimos que la Biblia nos ayuda, por medio de la repetición del nombre, a identificar ese espíritu.
También el espíritu llamado príncipe de Grecia posee ciertas características que harán necesario su confrontación por parte de los hijos de Sion.

La lista de características que hacemos a continuación pertenecen al príncipe de Grecia un ser espiritual, claro está que se proyecta a sí mismo al producir una cultura, una manera de pensar, una cosmovisión que llega a convertirse en la manera de ser y de expresarse de los griegos. Con la añadida peculiaridad de que este espíritu, a fin de "dominar sobre toda la Tierra" genera una cultu¬ra que se reproduce del vientre y los lomos, a las piernas y a los pies de la imagen y de la historia humana.

Características de la cultura griega que demuestran su influencia sobre toda la Tierra, a través de la denominada "cultura occidental":

1. Humanismo. El humanismo comenzó a brillar en la cultura desde que Heráclito pronunció sus tres máximas. Destronó a Dios del centro de atención y colocó a un nuevo dios: el hombre como centro de toda la creación y como la medida de todas las cosas. El humanismo trajo consigo el relativismo. Terminó con los absolutos e implantó un sistema moral relativo, en donde cada uno decide lo que es bueno o malo. ¡Qué contrario al pensamiento bíblico en donde contamos con un Dios absoluto que ha predeterminado de antemano lo bueno y lo malo!

2. Intelectualismo. Adoración por la razón, el conocimiento y la lógica. La filosofía griega sigue siendo el parámetro de la cultura. Los clásicos, como se los suele llamar, no pasan de moda; avanzan sin cesar a través de los tiempos y las generaciones. El elemento importante a considerar en cuanto al intelectualismo es que niega completamente todo aquello que no puede explicar, alude claramente a la fe, pues esta no puede ser explicada a través del método científico. Aquí reside uno de los mayores desafíos para la iglesia occidental. Debido a la inmensa penetración del pensamiento griego en la cultura, la Iglesia misma ha sido permeada por esta manera de pensar, corre el riesgo de eliminar lo sobrenatural. Niega la existencia de los demonios, e impide así la liberación, que era una de las tres áreas de ministerio del Señor Jesús. Resiste lo sobrenatural y elimina el ministerio de sanidad divina, que era la segunda área de ministerio de Jesucristo. Y aún cuando sí practica el "predicar y enseñar", lo hace según patrones naturales no sobrenaturales- de pensamiento. Descarta de la Palabra los dones del Espíritu, elimina ministerios, humaniza la Palabra y, en algunos casos extremos, su lenguaje cambia (llegan a describir a Dios como "lo" y no Él), e intentan ser políticamente correctos. Es imposible hacer todo esto sin ofender a Dios y contristar al Espíritu Santo.

3. Amor por la belleza, la estética. Un exacerbado interés por lo que es bello con el consiguiente riesgo de adorar lo creado en lugar de adorar al Creador. Los griegos fueron maestros en la pintura, la escultura, la arquitectura... en todas las artes.

Amor, casi adoración, por el cuerpo humano.
Exaltaron de tal manera el cuerpo humano que se convirtió en objeto de
Pasión, lascivia y, prácticamente, de adoración. Aun hoy vemos manifestaciones de esta conducta, especialmente en naciones occidentales en las que el deporte, el ejercicio físico, las dietas, los desórdenes alimenticios como la anorexia y la bulimia, la cirugía estética y otros hacen que el ser humano lleve el cuidado de su cuerpo hasta extremos que rayan en lo absurdo. A nadie escapa el hecho de que la belleza física es el atributo más apreciado en el mundo y su publicidad nos bombardea incesantemente con un prototipo "occidental". Por supuesto que esta admiración por la belleza del cuerpo humano ha llevado al hombre a un estado de corrupción en el cual todo pecado sexual es poco y toda perversión es practicada y mostrada con lujo de detalles. La pornografía es un resultado directo de esta característica. Lo tremendo es que esto unido al intelectualismo, al humanismo y al amor al cuerpo, resulta naturalmente en la aceptación de conductas sexuales aberrantes, entre las que podemos mencionar el homosexualismo. ¡Es inconcebible que aun la Iglesia ha llegado a ordenar ministros homosexuales, en desafío abierto a la Palabra de Dios (1 Co¬rintios 6:9-10).

5. Amor por los deportes. Las olimpíadas tienen su origen en Grecia. Hoy continuamos celebrándolas cada cuatro años. La ceremonia se inicia desde el altar de Apolos, donde encienden la llama olímpica que hace un peregrinaje por toda la Tierra hasta llegar a la nación sede de ese año. En el pasado, los griegos ascendían a los ganadores de las justas a una calidad de semidioses. No hemos cambiado tanto, solo vea cómo el público aclama a los deportistas exitosos, los coloca en los primeros lugares de las listas de celebridades y en las listas de quienes más dinero ganan. Es francamente ridículo que un deportista en el mundo occidental gane en un día lo que un obrero jamás llegará a ganar

en toda una vida de duro trabajo. Sin embargo, es conocido que no solo el dinero es la paga de la celebridad. La expresión "me he acostado con más de mil mujeres" es una especie de trofeo para muchos deportistas, aunque al final la frase venga de alguien que tiene SIDA.

Con qué meridiana claridad describe Pablo lo que sucedía a su alrededor, y qué validez continúan teniendo estas palabras el día de hoy.

"Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre si sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron el tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen" (Romanos 1:20-28).

Si bien hemos descrito algunas de las características de la historia y la cultura griega, mi deseo es exponer la influencia que tuvo el príncipe de Grecia, un ser espiritual, que ha trascendido al imperio griego para proyectarse sobre toda la Tierra, y la ha dominado como lo dijera la revelación de Daniel. Si examinamos a las naciones que se consideran parte de la cultura occidental, encontraremos que todas ellas coinciden con estas características. Doy fe de que el príncipe de Grecia ha logrado su cometido.

Pero Dios, que es rico en misericordia, tiene preparados a los hijos de Sion para que se levanten en contra de los hijos de Grecia, y será Dios quien los ponga "como espada de valiente".

Interpreto esta parte como el reto de demostrar el poder del Dios vivo. Hoy más que nunca es imperativo que la Iglesia vuelva al poder sobrenatural que era la marca de la iglesia primitiva. Ne¬cesitamos una vuelta a la predicación apostólica original del Evangelio.

Atendamos a Pablo cuando dice, "y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1Corintios 2:4-5).

He visitado muchos países para predicar el Evangelio y tengo vividos recuerdos de cada uno. Pero sin duda ocupan un especial lugar los recuerdos de los encuentros con este principado. Todos los argumentos, la lógica y los razonamientos que se interponen como una pared "insalvable" entre las personas y el mensaje, caen destruidos en un abrir y cerrar de ojos cuando se produce un milagro y se demuestra que Dios está presente y que "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 1:8).

Aguardamos por una mayor demostración del poder sobrenatural de Dios a través de los milagros, señales y prodigios, los dones del Espíritu como los dones de sanidades, el don de fe o el don de hacer milagros, los ministerios sobrenaturales como el del profeta o el del apóstol; en fin, el uso de las armas poderosas que Dios ha provisto para su Iglesia. Esto será lo que destruirá el señorío del espíritu de Grecia.

Harold Caballeros

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